La libre circulación de personas entre Reino Unido y la Unión Europea acabó el 31 de diciembre de 2020 debido al Brexit. Esto afecta negativamente tanto a Reino Unido como a los países más visitados por los ingleses – Francia, España, Grecia e Italia.
Desde que entró en vigor este acuerdo, las estancias tanto de los europeos en Reino Unido, como de los británicos en Europa, se ven limitadas, siendo necesario un visado para estancias largas y trabajo.
Actualmente los británicos sólo pueden permanecer en territorio europeo un total de 90 días en un período de 180 días consecutivos, lo que hace que tanto el turismo como los traslados por trabajo, se vean reducidos. En cambio, los europeos pueden permanecer hasta seis meses en Reino Unido.
La fuerte caída de la libra encarece nuestros destinos para los turistas británicos. Éstos suponen una cuarta parte de los turistas en España, lo que genera inestabilidad económica a nuestro país.
En 2019, antes del Covid-19, España recibió 19 millones de turistas extranjeros, siendo uno de cada cuatro procedentes de Reino Unido. Este país es clave para el sector turístico español. Sin embargo, las pérdidas que se están produciendo de turistas británicos en nuestro país son generalmente debidas a la pandemia.
Fuente: Movimientos Turísticos en Frontera (INE). EL PAÍS
Por ello, según se informa en el periódico El Independiente, España y Reino Unido han negociado acuerdos bilaterales para recuperar el turismo británico en nuestro país.
Este verano España ha abierto fronteras para todos aquellos viajeros vacunados procedentes de Reino Unido, sin restricciones y sin necesidad de hacer cuarentena a su llegada. A pesar de ello, el diario Cinco Días indica que este verano solo se ha recuperado un 3,3% de estos turistas, frente a 21,9% de alemanes y 25,3% de franceses.